Los Susan Boyle Chilenos

 

  • ¿Qué probabilidad habría tenido Susan de ser llamada a una entrevista laboral si hubiese enviado su Currículum con su fotografía…..?
  • ¿Cuántas veces hemos leído avisos en el diario que dicen “se exige CV con fotografía, si no se excluye del proceso…”?

Probablemente muchos Susan Chilenos habrían claudicado en su esfuerzo de búsqueda de oportunidades ante tamaña advertencia. Supongamos que ese Susan chileno, con la viveza que nos caracteriza, envía su CV sin fotografía y logra ser llamado a una entrevista. Probablemente al llegar a la empresa la recepcionista desconfiará de si realmente el Susan chileno está llamado a la entrevista en el tercer piso y pondrá más trabas que las habituales para subir a la gerencia.

Luego llamará a la secretaria y le dirá que va subiendo una persona con un aspecto físico muy especial y le sugerirá que se aguante la risa. Después la secretaria predispondrá a su jefe contándole que hay un Susan chileno de apariencia, forma de caminar y hablar, al menos, extraño, que si quiere le dice mejor que la entrevista se ha suspendido. El entrevistador la mirará por la puerta entreabierta de su oficina y sólo deseará pasar muy rápido por este “temible”” trámite.

Así la cosas, la Susan chilena tendrá muy pocas oportunidades de demostrar lo extremadamente competente que es para el puesto de trabajo que se está seleccionando.

Tratar de cambiar los prejuicios es una misión casi imposible, por esto les sugiero a los Susan chilenos que están buscando oportunidades, reconocer este escenario, planificar y tener una estrategia para abordarlo.

¿Cómo abordar los prejuicios?

 

 

Partir por evitar poner en el CV todo lo que pueda generar algún prejuicio. A pesar de que la persona sea muy fotogénica y agraciada, está claro que no hay que enviar la fotografía en el CV, los prejuicios son tanto respecto a los que no son agraciados como Susan, como también a los agraciados. La dirección particular en el CV no la pongan, ¿de qué sirve? ¿Alguna vez han recibido una carta de agradecimiento?¿Quieres demostrar que vives en una comuna del “sector alto”? y qué pasa si la persona que está seleccionando es “resentida” y no le gustan los “cuicos”, también puede suceder al revés…¿Qué pasa con las pretensiones de sueldo? Imaginemos las burlas de la audiencia si Susan Boyle antes de cantar les dice que pretende ganar US$100 por cantar una canción….entonces a fin de evitar los prejuicios, la recomendación es postergar esta “negociación” hasta terminar de cantar (entrevistar) ya que sólo después de la audición el valor de Susan se multiplicó miles de veces….en fin, omite “todo lo que pueda ser usado en tu contra” y trata de destacar tus logros para que te llamen a entrevista y puedes dar una audición apasionada y electrizante como la de Susan Boyle.

Sólo arriba del escenario (entrevista) y después de unos segundos de cantar (demostrar competencias, experiencias y logros)  Susan Boyle le demostró a la audiencia (entrevistadores) que si somos capaces de dejar nuestros prejuicios a un lado podemos descubrir (contratar) a un Talento escondido.

http://diario.elmercurio.com/2009/04/18/espectaculos/mas/noticias/D48E7B2F-7AD9-4BFC-8E8E-ECC994A50494.htm?id={D48E7B2F-7AD9-4BFC-8E8E-ECC994A50494}

La escocesa anónima que alcanzó la fama en una semana

Susan Boyle sorprendió en «Britain’s got talent» y es un fenómeno mediático.

ANDRÉS DEL REAL

En una semana la escocesa Susan Boyle ha conseguido lo que la mayoría no logra en toda una vida. Hasta el sábado 11, esta mujer de 47 años, soltera, jamás besada y desempleada pasaba sus días cantando en el karaoke y haciendo trabajo social en la localidad de Blackburn, donde está la casa subsidiada por el gobierno que comparte con su gata «Pebbles». Pero su sorprendente presentación en el primer capítulo de este año del programa inglés «Britain’s got talent» la transformó en un fenómeno mediático de alcance global.

Su historia es sorprendente. De pie en el escenario del show que busca talentos artísticos en el Reino Unido, Boyle fue capaz de revertir las burlas iniciales del público y del jurado por su aspecto físico y su forma de hablar: su magnífica interpretación de «I dreamed a dream», del musical «Los Miserables», se robó el corazón de todos y cosechó la máxima puntuación.

Tras su noche de gloria, YouTube fue el encargado de ensanchar el fenómeno. Hasta ayer, sólo los cinco primeros videos de los más de 100 que hay con su actuación sumaban más de 25 millones de reproducciones. Entre el domingo y ayer, la mujer había dado más de 60 entrevistas, entre ellas a Larry King y el programa «Good morning America», mientras la poderosa Oprah Winfrey espera para poder llevarla a su programa. Y ayer se filtró una vieja grabación suya de «Cry me a river», que ya es un éxito.

Pero no todo es glamour. Su caso ha generado un fuerte debate en los medios del mundo, que han visto en ella «una parábola moderna de la tendencia de la sociedad a juzgar a las personas por su apariencia», como afirmó el diario escocés The Herald. Ella misma se ha encargado de reforzar esa idea. Por otra parte, hay quienes cuestionan que la locura generada por Boyle sea casual. Ricardo Torres, experto en imagen y director de Conecta Media Research en Chile, apunta: «Esto está lejos de ser un fenómeno espontáneo. Se nota un enorme trabajo de producción para producir ese resultado».

Hoy Boyle tiene la misión de refrendar su éxito en un nuevo capítulo de «Britain’s…», porque si bien causó impacto, aun no ha ganado el concurso, cuyo premio es cantar frente a la reina Isabel. De cualquier forma, Simon Cowell, uno de los jurados del programa, conocido por ser despiadado en su crítica, ya fichó a la escocesa para un contrato discográfico. Según trascendió, hoy Boyle interpretará «Whistle down the wind», de Lloyd Webber.

Los ganadores anteriores

En 2007, Paul Potts, un vendedor de celulares, alcanzó fama mundial como tenor en el mismo programa de TV. Al año siguiente triunfó George Sampson, un bailarín de 14 años con una extraña enfermedad ósea.

«La sociedad se apresura al juzgar a las personas por su apariencia».

SUSAN BOYLE