El día domingo 8 de abril de 2012, el Diario La Tercera publicó un interesante artículo sobre como administrar los Recursos Humanos frente a un escenario de crisis.
Si bien es cierto en Chile estamos hablando de Pleno Empleo, en otras partes del mundo hay preocupación por los escenarios de crisis económica, razón por la cual no está demás revisar las políticas de RRHH frente a escenarios adversos.
Adjuntamos el artículo donde se aprecia la opinión de Pleasant Work Chile.
LA TERCERA:
La fórmula para hacer frente a un menos crecimiento sin afectar al recurso humano
En Chile no se puede hablar de crisis, pero ciertamente la situación de Europa ha traído incertidumbre. Frente a ello, existen maneras creativas de actuar que pueden potenciar el aporte del capital humano a la empresa.
EL contexto económico mundial está en el día a día de las empresas. Mientras el Viejo Mundo atraviesa una situación difícil, Estados Unidos da señales de mejora y Chile, aunque crecerá menos que en 2011, está mostrando buenos indicadores macro.
Con todo, en un contexto de desaceleración como el que se está viviendo a nivel mundial, las compañías deben tomar decisiones financieras y comerciales que de una u otra forma inciden en el capital humano. Es el minuto, explica la gerente general de Manpower, Sara Smok, de «mirar hacia adentro» y establecer planes de capacitación o incentivos que permitan a la organización estar en óptimas condiciones para atender a sus clientes, superando las expectativas de servicio.
«No se debe perder de vista la escasez del talento que, por las experiencias vividas, no se ve afectada por una crisis. En consecuencia, la búsqueda, gestión y particularmente la retención del talento no puede limitarse ni obviarse en tiempos más complicados», explica la ejecutiva.
Lo importante es la mirada de largo plazo, pensando en que el capital humano es un activo que se valoriza en el tiempo. Por lo tanto, la empresa que provea las condiciones para que se genere esa valorización estará apostando a mejorar sus propios resultados, lo que requiere generar acciones que eleven el grado de compromiso de sus trabajadores. Para ello la comunicación es una variable clave, informando permanentemente respecto de la marcha de la empresa y el mercado.
«Los empleados deben sentir que son parte de la solución y no sólo que se ha recurrido a ellos para bajar costos», señala Eduardo Zamora, socio de Pleasant Work Chile.
Murilo Arruda, director de Michael Page, destaca la importancia de realizar contrataciones más selectivas y estratégicas, de buscar profesionales más resilientes (dispuestos a tolerar mayores niveles de estrés y más acostumbrados a los manejos de crisis).
También es relevante que la alta gerencia trabaje más alineada con su fuerza de ventas para asegurarse de no perder negocios. «El CEO también debe preocuparse de evitar gastos innecesarios, para que esa acción sea replicada en su equipo y particularmente por el gerente de Finanzas», añade.
Zamora afirma que en fases de menor crecimiento las empresas tienen que procurar que su gente se esmere por desarrollar al máximo su creatividad, a fin de proponer proyectos para reducir costos a través de una mejoría de los procesos. «La clave está en dar la posibilidad de desarrollar nuevas propuestas y mantener motivado al personal para que se arriesgue a proponer cambios», comenta.
Aparte de los recortes de personal, cuando la economía se frena o desacelera las empresas apuntan a reducir la renta fija y aumentar el variable en términos de cumplimiento de metas. A juicio de Rodrigo Briceño, director ejecutivo de Penta MG Group, el concepto central en estos casos es que en ese momento el empleado percibirá menos, pero una vez que se reactive el negocio, ganará más debido al aumento en el volumen de ventas que supone la reactivación de los mercados.
«La tendencia natural de las compañías en tiempos de dificultades es disminuir bastante su costo fijo y variabilizarlo, a través de la externalización», acota Briceño. Añade que aquellas áreas que no son vitales desde el punto de vista de la competencia pueden ser externalizadas, transformándolas en una compañía prestadora del servicio.
Lo importante es que las empresas se esfuercen por buscar soluciones equitativas en la medida de lo posible, evitando que los empleados se sientan amenazados. Se debe tener en mente que los períodos de menos actividad éstos suelen desmotivarse porque asumen que sus fuentes laborales pueden estar en peligro, y dicha incertidumbre produce estrés y pesimismo, factores que disminuyen la motivación y el compromiso.
«Por eso, en tales momentos las empresas deben preocuparse aún más de sus trabajadores, fomentando políticas de bienestar interno que no demanden mucho gasto. Los aspectos motivacionales tienen un impacto directo en la productividad, por lo que identificar campos de actuación que ayuden a mantener o aumentar la motivación de los empleados es especialmente importante», sentencia Fadua Gajardo, gerente general de la consultora de Recursos Humanos Prescal.
Sara Smok reflexiona que las empresas deben tener un plan ya armado para enfrentar situaciones adversas, distinguiendo entre lo que es costo y lo que es inversión. «Fortalecer la organización y las competencias de los equipos de trabajo siempre será una inversión; se puede ahorrar en otras cosas», puntualiza el ejecutivo.