Gracias a Dios no fui el Coach de Zamorano!

 Cuando le preguntamos a cualquier persona ¿Qué te será más útil para desarrollarte?, el 50% responde “Conocer mis debilidades” y el otro 50% responde “Conocer mis fortalezas”.

Hace años atrás yo hubiera respondido “Mejorar mis debilidades”, es más, me hubiese molestado por una pregunta tan básica….es cosa de recordar todas las evaluaciones en que he participado y todas, absolutamente todas, terminan en “…debes mejorar este aspecto…debes mejorar esto otro, debes tratar de hacer mejor…..”

En virtud de que uno es relativamente inteligente, sale de la evaluación y se impone el propósito de mejorar esa debilidad….obvio, si es lo inteligente, al menos eso es lo que creemos.

Sin embargo el análisis a esta respuesta tan instintiva, es muy distinto. Veamos el caso de Iván Zamorano, el gran goleador chileno que hacía goles con la cabeza volando por los aires con un salto espectacular.

Si alguno de los que creemos que hay que mejorar las debilidades, y hubiésemos sido el coach de Zamorano, ¿qué le hubiéramos dicho que tenía que hacer en los entrenamientos….?:

  •  “Ivan, ya poh!, hoy en la tarde entrenarás 4 horas el disparo con la pierna izquierda, hay que mejorar esa pierna cabrito!, vamos! Tu puedes!, patea con la izquierda!, dale, tu puedes, eres el mejor! Trabaja la izquierda! Vamos que se puede!!!” y así lo hubiéramos obligado a mejorar una semana tras otra….y si le alcanza el tiempo para entrenar el salto, el cabeceo…bien, pero lo importante es mejorar la zurda que está muy débil…la “muda” dicen los futboleros.

A estas alturas ya pueden imaginarse lo frustrado que estaría nuestro Zamorano y además su certero cabezazo iría en franca disminución….claro que su zurda hubiera mejorado una enormidad…de DEBILIDAD habría pasado a MEDIOCRIDAD.

Afortunadamente Zamorano no nos escogió a nosotros como Coach y se dedicó a trabajar su FORTALEZA, el cabecear.

Entrenó un día tras otro en mejorar lo que mejor hacía…., ¿para qué? Para pasar de un DESEMPEÑO DE PRIMERA a un DESEMPEÑO DE EXCELENCIA. Ahí está la clave entonces. Debemos reconocer nuestras fortalezas, trabajar sobre ellas y llevarlas a un desempeño de Excelencia…las debilidades sólo hay que detectarlas y administrarlas.

El fútbol chileno tiene que dar gracias que a Zamorano no se le cruzó por el camino alguien que creía que había que mejorar las debilidades para desarrollarse.

Las personas exitosas hacen girar su vida en torno a las fortalezas, entonces lo importante es tratar de reconocerlas y potenciarlas. Te invitamos a tomar algunas horas de coaching para ayudarte a reconocer fortalezas y potenciarlas.

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