Antes de responder el qué debes preguntar, debemos determinar primero el para qué queremos preguntar, ¿cuál es nuestro objetivo al preguntar?
– Parecer inteligente…
– Parecer interesado…
– Demostrar conocimientos…
– Obtener información de la empresa…
En realidad, la verdad es que queremos abarcar todos los objetivos, entonces ¿cómo hacerlo sin ser impertinente?…hay que recordar que, por muy mal entrevistador que fuese tu próximo Jefe, es él el que quiere demostrar que es el Jefe en la entrevista, así que por favor no intentes pasar sobre él invadiéndolo con tu extroversión.
Comencemos diciendo que se pueden hacer preguntas en cualquier momento, no es necesario esperar que te digan “¿tienes algo qué preguntar?”. Idealmente la entrevista es una conversación acerca de cómo y de qué forma tú podrías ser un aporte para la empresa. En tal sentido, entonces, podrías intercambiar preguntas cada vez que puedas.
El objetivo de una entrevista, para un Candidato, es poder dar a conocer su Oferta de Valor, es por eso es que es una obligación lograr exponer sus logros y lucirse.
A veces ese espacio no se da por qué te hacen preguntas que apuntan a lo que “no” tienes ó definitivamente el entrevistador es tan locuaz que no para de hablar de él, de la empresa y de las dificultades que tiene.
Muchos candidatos se excusan que “no hubo química” y por eso no hubo espacio para preguntar. La verdad es que si bien es cierto que “la química” es un fenómeno que sí existe, también existen las herramientas que te ayudan a que aparezca esa “química” y eso se puede entrenar. ¿Cuántas veces has conocido a alguien que te cayó pésimo en la primera impresión y que al cabo de unos minutos cambiaste absolutamente de opinión? Entonces la “química” de una entrevista es mejorable y para eso existen herramientas que te ayudan.
Una forma de lograr exponer tu Oferta de valor es hacer preguntas a tu entrevistador. Por ejemplo, a parte de lo obvio: ¿como sigue el proceso?, ¿el cargo es nuevo?, ¿cuáles son los objetivos?……puedes preguntar:
“¿Qué cambios verías en el área, en los próximos meses, que te harían estar satisfecho de haber realizado una buena selección?”
“¿Cuáles son los criterios y evidencia de que el desempeño es de excelencia en la gestión de esta área?”
“¿Cuáles son los procesos y actividades más críticas para producir el resultado que se espera?”
Si te has sorprendido con estas preguntas y crees que no corresponde, es por qué sencillamente no sabes hacer buenas preguntas y terminas a menudo con una “medalla de plata” y no la de Oro que buscas cuando participas en un proceso de selección.
Para hacer preguntas que causen impacto debes estar bien entrenado y entender obviamente, a quién y cuándo las puedes hacer. Realizar las preguntas anteriores a un Jefe inseguro te significará lo más probable que te descarten de inmediato, no obstante a un Jefe seguro y que le gusta trabajar en equipo sentirá que lo has sacado de la zona de confort de una entrevista y que eres la persona con qué quiere trabajar los próximos años.
En conclusión, debes preparar una batería de preguntas para cada escenario que se pueda dar en la entrevista y también haber estudiado a tu entrevistador para saber qué le puedes preguntar.
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